8 Salió contra ellos Zéraj el etíope, con un ejército de un millón
de
hombres y trescientos carros, y llegó hasta Maresá.
9 Salió Asá contra él y se pusieron en orden de batalla en el valle de
Sefatá, junto a Maresá.
10 Asá invocó a Yahveh su Dios, y dijo: «¡Oh Yahveh, sólo tú puedes
ayudar entre el poderoso y el desvalido! ¡Ayúdanos, pues, Yahveh, Dios
nuestro, porque en ti nos apoyamos y en tu nombre marchamos contra esta
inmensa muchedumbre! ¡Yahveh, tú eres nuestro Dios! ¡No prevalezca
contra ti hombre alguno!»
11 Yahveh derrotó a los etíopes ante Asá y Judá; y los etíopes se
pusieron en fuga.
12 Asá y la gente que con él estaba los persiguieron hasta Guerar; y
cayeron de los etíopes hasta no quedar uno vivo, pues fueron destrozados
delante de Yahveh y su campamento; y se recogió un botín inmenso.
13 Batieron todas las ciudades de los alrededores de Guerar, porque el
terror de Yahveh cayó sobre ellas; y saquearon todas las ciudades,
pues
había en ellas gran botín.
14 Asimismo atacaron las majadas y capturaron gran cantidad de
ovejas y camellos. Después se volvieron a Jerusalén.